PRESENTACION

FUNDAMENTOS ACADÉMICOS PARA EL TALLER DE ARQUITECTURA IV B
Esta propuesta, que parte de la recuperación, por un lado, de la asignatura Arquitectura como síntesis de contenidos de la formación más específica del arquitecto diseñador, de su oficio, y, por otro, del Taller como ámbito de trabajo, de exploración creativa y científica, de autoformación y debate,  se basa en la idea de que se aprende a diseñar diseñando. Es así, porque sólo el proceso proyectual contiene el conjunto de problemas, condiciones y posibilidades inscriptas en el acto de diseñar, y sólo a través de el se adquieren los saberes necesarios para su desarrollo y que son propios de nuestra disciplina. Conocimientos que tienen que ver, como ya se ha enunciado anteriormente, con conceptualizaciones referidas al hacer y pensar arquitectura y con el oficio de arquitecto, y que en el plano académico están en permanente interacción. En consecuencia, se intentan construir ámbitos tendientes a promover una reflexión disciplinar mas compleja sustentados en un proceso de exploración e innovación abierto y a la vez intensificar y perfeccionar constantemente las habilidades y destrezas del oficio, en tanto instrumentos insoslayables de la práctica proyectual.   
Esta propuesta, entonces, busca desarrollar para su aprendizaje dos categorías, el objeto proyectual —ciudad, vivienda y equipamiento, en las escalas convenientes  y el proceso para conseguirlo —sobre el cual existen aproximaciones diversas—. Interesa, pues, que se entienda el Objeto Proyectual, espacio y forma arquitectónica, tanto como organización de los materiales del proyecto —lugar, tema y programa, materialidad—, cuanto como esencia, contenido y significado que tendrán su concreción en el hecho arquitectónico.
Interesa, igualmente, que se entienda y haga conciente el proceso proyectual por el cual se llega al espacio y forma arquitectónica y que el mismo comprende, como se señaló mas arriba, un accionar que relaciona —en todos sus estadios—, vacío (espacio y programa espacial), límite (envolvente del espacio, elementos contenidos), y materialidad (sistema de soporte y cerramiento) como elementos inseparables de la condición arquitectónica.
Se intenta fundamentalmente promover: una arquitectura de ideas, donde las diversas propuestas arquitectónicas surjan de la reflexión y búsqueda de alternativas, en tanto disparadores en función de situaciones concretas, cuya síntesis implique una estrategia de intervención, como respuesta y proposición, que permita mediante su desarrollo avanzar hacia una toma de posición. Una actitud contemporánea, entendiendo la época y aportando al proceso histórico desde una reflexión crítica que implique reinterpretar las necesidades y programas, entender que lo que se hace impacta en el entorno y el paisaje —más artificial o más natural— y en un sentido más amplio en el ambiente, modificándolo y que la materialidad se logra con tecnologías apropiadas y disponibles. Una mirada regional —no regionalista—,  que interactúe  críticamente con la globalización, sea capaz de interpretar los aportes universales y a la vez actuar en la singularidad de nuestro espacio geográfico social, básicamente preguntándose como se hace aquí, dando cuenta y aportando a nuestra identidad. Un compromiso con el espacio público entendiéndolo como espacio democrático, de expresión, apropiación e identidad del conjunto social. Comprender que el objeto arquitectónico —más grande o mas chico— que se realice desempeña un rol en la configuración de la ciudad y que es menester trabajar para hacerla mas legible y por ende captable y apropiable. 
En este marco, y en función de los Contenidos Genéricos definidos para el nivel, propongo profundizar y consolidar la formación ya adquirida por los alumnos en todas las dimensiones de la práctica del proyecto, superando la falsa dicotomía entre el aprendizaje de los instrumentos duros del oficio —sobre lo cual este nivel es particularmente responsable— y el carácter experimental propio de un proceso de diseño orientado hacia la investigación proyectual. Esto es, consolidar instrumentos sólidos en los planos funcional, tecnológico – constructivo, fortalecer la capacidad de expresión y  representación y profundizar una formación teórico - conceptual y reflexiva. Al respecto planteo, en relación a los temas Equipamiento Social —escala de sector urbano— / Vivienda Especial —colectiva— / Ciudad —espacio público y paisaje urbano—, un primer semestre fuertemente exploratorio y conceptual. Su desarrollo está previsto en función de una estrategia de intervención tendiente a la saturación de un fragmento urbano en áreas colindantes con el centro de la ciudad en  barrios pericentrales[1] —los llamados barrios pueblo—, ahondando en los nuevos modos del habitar propios de la época actual y sus implicancias espaciales. El tema así planteado le otorga a la relación prácticas sociales - espacio gran importancia. Dichas estrategias contemplan la inclusión de actividades —propuestas por los alumnos en función de los estudios de contexto— que garanticen la mixtura de usos, además de los temas relativos al Equipamiento Social y Vivienda Especial propuestos por la Cátedra, en ambos casos desarrollados a nivel de ideas. Luego, un segundo semestre, fuertemente instrumental y conceptual, que retoma el Equipamiento Social en situación de completamiento de tejido urbano existente[2] para su desarrollo, a nivel de legajo técnico.
En otro orden, sabido es que no existe un único camino como proceso de diseño, como tampoco que aquel sea lineal. Que cada diseñador va construyendo su propia ruta crítica para llegar al objeto arquitectónico, como los instrumentos para hacerlo. Y, que en ese andar se avanza en una trayectoria  en espiral que incluye volver sobre lo mismo pero desde una mirada diferente, mas cualificada. Cabe agregar, también, que en la realidad del ejercicio del diseño se toman tanto lo que llamamos constantes de la arquitectura, las formas de su pulsión, como las variables de función, forma y tecnología, de manera simultánea condicionándose y generándose entre sí.
En ese sentido, propongo una estructura pedagógica y metodológica —en el entendimiento que Arquitectura IV es probablemente la última instancia que permite profundizar en el proceso de diseño en tanto objeto de aprendizaje—, como soporte para la construcción conciente del propio y personal proceso de diseño de cada alumno posibilitándole planteos, objetivos y toma de decisiones; como trama organizadora del proceso que permite contrarrestar la aleatoriedad y los caminos erráticos; como plataforma común para el trabajo de docentes y estudiantes; como instancia superadora de aquellas concepciones del proyecto, en unos casos “profesionalista” propia de la normalización enciclopédica, en otros, de carácter “existencial” centrada en el individuo y su libre creatividad, casi siempre contrapuestas, frente a las cuales propongo la reflexión como condición de una posible práctica en la cual el conocimiento teórico y los instrumentos pertinentes se adquieren a través de la sistematización de la experiencia.
Se trata de un modo didáctico basado en considerar todos los factores de diseño, no sólo como objetos del mismo sino como sujetos, intentando, así, entender el objeto proyectual globalmente, como un Todo —la Estrategia—; para luego desmenuzarlo, profundizando en cada parte y sus aspectos —el Desarrollo de la Estrategia—; Y, posteriormente, volverlo a construir, donde cada parte no existe si no es en el todo, a través de una metodología que en cada paso va sintetizando al anterior —el Proyecto—, que incluye en su culminación académica el desarrollo del legajo técnico en tanto aspecto específico de la enseñanza del nivel.
En suma, propongo una metodología para aprender y hacer arquitectura a través del propio proceso proyectual, —especialmente por lo que se mencionó en la caracterización del alumno que llega al nivel—, el proceso como objeto didáctico, es decir, como herramienta no sólo de búsqueda, sino también de comprensión de la arquitectura. 
El resultado que se persigue es una síntesis —como totalidad— de espacio y forma arquitectónica después de haber experimentado el proceso, desde la etapa de ideación al proyecto, pasando por el rol de cada variable. Se intenta también alcanzar una práctica superadora de una docencia centrada sólo en la crítica, mas o menos sistemática de los productos de diseño, basado en la prueba y error, en la que termina por incidir mas la corrección docente, que el proceso lógico y creativo del alumno. Por otro lado, es imprescindible evitar que la práctica del Taller se apoye en meras adhesiones a personas o corrientes específicas.



[1] Los barrios pericentrales –llamados Barrios Pueblo— poseen, entre otras cosas, una estructura urbana clara, con fuerte identidad conservando, aún, la idea de barrio en el sentido de límite de la conciencia espacial de sus habitantes, todo lo cual facilita la comprensión respecto de la relación equipamiento / vivienda / ciudad. Así mismo, debido a la existencia de tejido blando, son objeto de renovación urbana, encontrándose en diversas situaciones y también en sus límites con el centro, áreas vacantes susceptibles de intervenir y saturar, en condiciones especiales por la presencia del río, la barranca, el ferrocarril o equipamiento e instalaciones existentes de valor patrimonial o simbólico. 
[2] Dentro de los mencionados barrios quedan aún lotes individuales y conjuntos de lotes, fragmentos de tierra, que además de contar con la totalidad de los servicios, se constituyen en bolsones vacíos, cuya ocupación no sólo completaría la trama, también fortalecería la identidad mencionada y evitaría al menos en parte la especulación inmobiliaria. En el mismo sentido, cabe agregar la renovación urbana con redensificación que supone intervenir en tejidos existentes y que es preciso promover y regular para contribuir a frenar el crecimiento expansivo de la ciudad.